Osvaldo Meloni - Economista
1- Sin lugar para los ajustes
Antes de las elecciones difícilmente el Gobierno tome decisiones que impliquen ajustes. Por el contrario, se espera que continúe el relajamiento de las políticas que el ministro Martín Guzmán ha instrumentado. Digresión: Guzmán apostaba a una inflación anual del 29% porque en el primer semestre había practicado un ajuste bastante severo (lo que se manifestó en la fuerte caída del salario real de trabajadores estatales y en los haberes jubilatorios que perdieron fuertemente respecto de la inflación) y pretendía además hacer una actualización de tarifas que fue desbaratada en el conflicto con el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo.
2- Los acuerdos, pero con un plan integral
Después de las elecciones, el Gobierno tiene que retomar urgentemente las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y con el Club de París. Sin dudas, esto significará que el Poder Ejecutivo está forzado a elaborar un plan económico integral que incluya cuestiones fiscales, monetarias y cambiarias, entre las más relevantes. Dentro de las fiscales, las tarifas ocupan un lugar central porque, continuar con la regulación, implica un subsidio muy alto que afecta considerablemente a las arcas del Estado.
3- Los efectos del cepo cambiario
Otro tema muy importante en el rumbo económico argentino es el cepo cambiario. Seguramente el Gobierno va a tener que aumentar el ritmo de devaluación del dólar oficial a la vez que deberá controlar al dólar blue, de modo que se achique la brecha, con el fin de facilitar exportaciones y la llegada de inversiones. La clave es que el plan económico integral que se diseñe tiene que ser consistente fiscal, monetaria y cambiariamente; generar confianza y para ello debe tener el apoyo político de distintos sectores del oficialismo que, por lo que se observa, parecen enfrentados.
Eduardo Robinson - Economista
1- Acordar con el fondo monetario
La economía argentina necesita imperiosamente reconstruir confianza. En este sentido, es que se torna fundamental llegar a un acuerdo consistente y creíble con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El acuerdo será sólo una condición necesaria, pero no suficiente para recuperar aquella confianza. Firmar convenios, sin embargo, no garantiza que la economía entre en un sendero de crecimiento sostenible. Este es el punto central, llegar a un nuevo entendimiento con el FMI no es muy complicado; sí puede serlo lograr que haya perspectivas razonables de crecimiento. De lo contrario, el acuerdo sólo puede ser una anécdota.
2- ¿Cómo avanzar hacia un mejor escenario económico?
Desde hace más de una década que la economía atraviesa un severo cuadro de estanflación. De ello deriva un contexto social con un nivel de pobreza escandaloso de cerca del 50%. La pandemia agravó la situación, pero la economía no tiene un rumbo claro. La forma de avanzar sería determinar un plan de estabilización consistente, creíble que baje la tasa de inflación y que pueda ser atractivo para motorizar la inversión. Hay que elevar muchísimo la calidad de la política económica. Por ahora sigue siendo una economía emparchada.
3- ¿Cómo corregir las cuestiones pendientes?
La economía acumula desequilibrios y, hoy por hoy, no se ve vocación del gobierno para corregirlos. La inflación es un problema creciente que envilece día a día el poder de compra y no para de generar pobreza. Por delante hay muchos temas pendientes, de corto y mediano plazo: tarifas, inflación, insuficiencia de inversión, elevada presión fiscal, pobreza por las nubes, falta de financiamiento a las empresas, baja competitividad. La forma de resolver estos desequilibrios es mediante un programa macroeconómico coherente y con un respaldo político adecuado para que sea creíble.